14 mil m² de andamio para la reparación del puente sobre la vaguada de la Rivera de Huesna, Sevilla

El proyecto se ha centrado en la propia reparación del puente, conocido por los lugareños como “El puente de hierro”, puesto que antiguamente todo el puente estaba conformado por una estructura metálica en celosía, a excepción de los estribos y los tajamares. Posteriormente se ejecutaron los arcos de hormigón que hoy en día lo componen. El puente está compuesto de 5 bóvedas-arco de medio punto, 2 bóvedas-arco de 4 pilastras y 1 bóveda-arco de 6 pilastras; además de su tablero de 222 metros de longitud.

En 2010 se determinó la necesidad de llevar a cabo una serie de actuaciones sobre la estructura por varias cuestiones. La problemática principal residía en una deficiencia en el sistema de drenaje, que afectaba a la durabilidad de la estructura. Para solventarla se planificó el proyecto de reparación, contemplando la rehabilitación de todo el puente (estribos, tajamares y arcos principales). 

Así, entre algunas de las acciones realizadas en el proyecto de su restauración, se ha impermeabilizado el tablero y se ha insertado un correcto sistema de drenaje. Para ello, ha sido necesario el desmantelamiento y la posterior reposición de la vía ferroviaria. 

Precisamente, ese ha sido uno de los desafíos en la ejecución del proyecto. Otro desafío ha sido el montaje de todo el andamiaje desde un estribo hasta el otro del puente, para poder acceder a la totalidad de los paramentos para su reparación. 

El proyecto requería de una solución técnica adecuada, mucho material y adaptarse a la orografía, y para ofrecerle el mejor servicio al cliente, el estudio técnico se ha realizado con tecnología 3D en Revit. “La tecnología 3D ofrece un estudio mucho más aproximado a la realidad y hacer una previsión del montaje mucho más certera” ha especificado Sebastián Salvatierra, el Encargado Coordinador de Montajes de ULMA.

La orografía del terreno, así como el paso del río, han requerido de apoyos a diferentes niveles. Por ello, el andamio se ha situado en la base de las pilas para garantizar el acceso a distintos niveles y a los estribos. Los apoyos del andamio se han tenido que ejecutar lo más próximos posible a los tajamares, aprovechando las zapatas de éstos, para tener una zona sólida desde la que poder arrancar y salvar la corriente del Rivera del Huesna y del arroyo Tamohoso que discurren bajo el puente.

En este proyecto de reparación también se han empleado soluciones en voladizo, colgados por amarres a los arcos y laterales de tablero, con apoyos realizados por vigas portantes y husillos orientables apoyados en la zona superior de los 3 arcos centrales.

Los amarres estructurales cumplen una función crucial en la solución adoptada. Han sido de diferente tipología en función de los elementos estructurales a reparar.

Además, se ha montado una estructura de andamio auto-estable para proteger una línea eléctrica que cruza el puente por debajo de uno de los arcos. Para ello, se han utilizado 1.300 m³ de andamio BRIO, con dos tramos paralelos separados por 8 m entre sí y unidos en la parte superior con vigas y cubierto de plataformas. 

Ha sido un proyecto exigente, ya que se necesitaban más de catorce mil metros cuadrados de material y diversas soluciones. “Decidimos que ULMA era una de las empresas que podría facilitarnos ese material. Es de las pocas empresas en el mercado que podrían hacerlo, tanto por el volumen como por el servicio de montaje”, ha comentado Mar Baster, Jefa de Producción de LIC. 

Si quieres saber más sobre las soluciones ofrecidas por ULMA, no te pierdas este vídeo del proyecto donde se ofrecen todos los detalles.