Descripción
El objetivo de la ampliación y modernización del estadio de Legia fue cumplir los requisitos establecidos para disputar partidos de la Copa de la UEFA o de la Liga de Campeones. Parte de la obra consistió en demoler tres gradas, manteniendo de la cuarta sólo la fachada histórica. El espacio, bajo la grada este y sur, se ha destinado a un aparcamiento de 790 plazas. Además, se ha dotado al estadio de nuevos vestuarios, centro de prensa, restaurantes y múltiples servicios en la grada norte, mientras en la oeste se encuentra la zona vip.
El estadio, de forma cuasi rectangular (215 x 183 m en planta) y con capacidad para 33.000 espectadores, dispone ahora de gradas totalmente cubiertas.
Solución ULMA
Las obras se iniciaron de forma simultánea en tres de las cuatro gradas (norte, sur y este). Las zapatas, los cantos de losa, muros y huecos de ascensor se ejecutaron con el eficaz sistema de Encofrado Vertical NEVI. Debido a los altos requerimientos arquitectónicos exigidos, se ejecutaron pilares de 60 x 80 cm con el sistema modular ORMA que permitió alcanzar una dimensión de pilar de 115 x 115 cm con los mismos paneles. Ambos sistemas modulares demostraron su rentabilidad ya que sus paneles pueden unirse con un mínimo de piezas.
Las losas se construyeron de forma rápida y flexible con el sistema ENKOFLEX. La transmisión de cargas entre losas a grandes alturas se realizó con torres T-60 así como con el puntal de aluminio ALUPROP. Ambos se adaptaron de forma eficaz tanto a las diferentes cargas como a las geometrías.
Cabe destacar el proceso de ejecución del "anillo" que consta de dos vigas periféricas de hormigón armado con una losa entre ellas, cuya función es soportar la estructura de acero de la cubierta que se instaló con posterioridad. Esta estructura se encuentra a 20 m sobre el nivel del suelo y a más de 12 m sobre la losa del segundo nivel. Por el apoyo sólido requerido, además de las alturas de soporte necesarias, se empleó una combinación de los mejores sistemas: T-60, ALUPROP y encofrado de forma.
El plazo de ejecución extremadamente corto supuso que, otros elementos estructurales bajo el anillo, se realizasen de forma paralela y simultánea. Las tareas de logística y planificación resultaron fundamentales. De ahí que se plantease un diseño de apeo seguro que garantizase la protección del resto de trabajadores en los diferentes niveles. Diversos sistemas de apeo se emplearon, durante las 7 fases de montaje, como apoyo al conjunto de cerchas de acero, elemento de mayor carga de la cubierta.
Las torres de Cimbra MK fueron capaces de soportar las cargas de 19 vigas en celosía, de cerca de 40,3 m de largo y 540 kN cada una, y 4 vigas en esquina, de 57 m de largo y 770 kN cada una. Con una anchura de 2,2 x 2,2 y una altura, entre los 19,2 m y los 26,5 m, las torres se colocaron en las escaleras de la grada o en la planta baja, dependiendo de la fase de ejecución.
El proceso de montaje de las torres comenzó sobre el terreno con el ensamblaje de sus componentes en tres módulos. Con una grúa se desplazaron a su correspondiente lugar y se unieron verticalmente. Esta estructura de gran estabilidad no requirió de elementos adicionales. Está equipada por sistemas seguros de comunicación vertical, escaleras, además de plataformas con barandillas que garantizan el cumplimiento de todas las normas de seguridad. Como auxiliar de apoyo para el montaje de las vigas de la cubierta, se emplearon torres de T-60, así como para ejecutar las vigas grada junto con puntales de aluminio ALUPROP.